Araujo se viste de héroe para vencer al Girona

Last Updated: 18 octubre 2025By

De la frustración a la locura en el Lluís Companys

Lo mereció el Barça, superior durante la segunda parte de un partido loco y a pesar de verse forzado a jugar sin Lamine Yamal ni Pedri durante la última. Apareció Ronald Araujo para dar una victoria de gran valor antes del Clásico. Gil Manzano se cargó a Hansi Flick e hizo cuanto pudo para evitar el triunfo.

Empezó el partido con un Barça muy agresivo en la presión tras pérdida y con la convicción de dominar la posesión de balón. Hansi Flick pidió máxima intensidad desde el inicio y es lo que el equipo mostró. La primera la tuvo Marcus Rashford con un potente disparo directo a portería en una falta lateral, que despejó sin demasiados apuros Gazzaniga. Lamine Yamal también lo intentó en su característica jugada por banda derecha, conduciendo hasta encontrar un hueco para chutar, aunque sin acierto. Fue un dominio avasallador con la sensación que el gol era cuestión de tiempo.

Tocando el primer cuarto de hora, Pedri inauguró el marcador. Hipnotizando a la defensa rival desde que recibió el balón, condujo por el borde del área hasta definir de forma sutil al palo largo de la portería del Girona, un disparo colocado que tocó en la madera antes de terminar en el fondo de la red. Tras el 1-0 despertaron los de Míchel y Witsel sorprendió con una chilena a la salida de un córner que le sirvió para igualar nuevamente el partido.

El tanto del belga inauguró una fase digna de lotería, con poco dominio, ocasiones en ambos costados y falta de puntería, especialmente en los atacantes del conjunto gironí. Vanat, Portu y Brian Gil las tuvieron para poner por delante al equipo visitante, pero no estuvieron acertados. El Barcelona lo probó con un Lamine insistente, a la par que impreciso. Rashford probó de nuevo a balón parado, el travesaño evitó que el inglés se apuntase su segundo gol en Liga.

El Barça volvió a mostrar los mismos síntomas de debilidad previos al parón de selecciones. Una presión intermitente y la dificultad palpable para contener defensivamente a su rival. El equipo de Hansi Flick está pagando muy caras las pérdidas de balón a la altura de la medular, en esta ocasión con un Pedri excesivo de responsabilidad y con Frenkie De Jong y Marc Casadó lejos de ser dos volantes fiables; importantes en el trabajo sin balón, sí, pero desdibujados en la construcción de la jugada. Un punto de desorganización que el técnico alemán deberá corregir urgentemente antes de la visita al Santiago Bernabéu la semana que viene.

La entrada de Fermín López reactivó al Barça. Los locales fueron superiores durante el devenir del segundo tiempo. El del Campillo tuvo varias oportunidades para adelantar a los suyos, en su habitual reparto de intensidad, necesitando muy poquito para generar. Gazzaniga mantuvo a la raya la portería del Girona, que defendió como pudo un ataque culer de circunstancias.

Ahogado por el calendario y el desgaste físico, Flick se vio obligado a cambiar a sus dos mejores jugadores a la hora de juego y con el partido todavía empatado. Roony Bardghji volvió a sumar minutos de importancia en la derecha. No marcó, no asistió, pero descató y protagonizó varias acciones por banda de peligro. El equipo tuvo que reestructurarse con Andreas Christensen en defensa y Eric Garcia volviendo a la posición de centrocampista en el tramo final.

El cambio menos sospechado decidió el encuentro. Con obligación de buscar el segundo, ya a la desesperada, Hansi Flick dio entrada a Ronald Araujo. El charrúa asumió directamente la posición de delantero centro, algo que el propio técnico reconoció después que fue un ofrecimiento del mismo. Demasiado épico para ser cierto, pero tenía que ser él.

Antes, pero, el Barça lo siguió intentando sin éxito y con el siempre polémico Gil Manzano, que hizo cuanto pudo para evitar el golpe definitivo. El árbitro extremeño señaló falta de Casadó en lo que terminó siendo un gol no válido de Cubarsí. No vio un penalti claro sobre Marcus Rashford por un manotazo dentro del área de Vitor Reis en la cara del inglés. Para rematar, expulsó a Hansi Flick por doble amarilla, lo que provoca que el técnico blaugrana no vaya a estar en el Clásico de la semana que viene (y veremos si más) ante el Real Madrid.

La frustración era máxima. Un Barcelona volcado veía que el segundo gol no llegaba. Pero el plan de Flick se dio. En el añadido, Ronald Araujo remató un centro raso de Frenkie De Jong, marcando el gol de la victoria y desatando la locura en un Lluís Companys que se vino abajo. El uruguayo se quitó la camiseta para celebrarlo, corriendo hacia la grada dándose golpes en el pecho. Un jugador que ha vivido más entre críticas que elogios y desde el banquillo emergió como héroe en una tarde de locura en Montjuïc.